La historia de la natación es fascinante. Ya desde la antigüedad los seres humanos nos hemos sentido atraídos por el agua. En la actualidad, los niñ@s buscan charcos donde jugar y los adultos buscamos lugares cerca del mar para relajarnos durante nuestras vacaciones. Pero para sentirnos felices debajo del agua debemos adquirir ciertas habilidades y destrezas. Es aquí donde aparece el concepto de NATACIÓN.
Según la RAE, la natación es la acción y efecto de nadar, considerando este verbo como "traslación en el agua, ayudándose de los movimientos necesarios, sin tocar el suelo ni otro apoyo". De este modo, podemos considerar que para nadar no es necesario seguir un patrón establecido de movimientos de brazos y piernas. Sin embargo, si que podemos decir que algunas combinaciones son más eficaces que otras. Así surgen los distintos estilos de nado que veremos más adelante.
Pero, y ¿por qué recomendaros la práctica de la natación? Fundamentalmente porque es una de las actividades físicas más completa y sana que se puede realizar hoy en día. No es un deporte de contacto como el fútbol o una actividad de impacto como la carrera. Bajo el agua, las posibilidades de sufrir una lesión se minimizan al máximo, pudiendo trabajar todos y cada uno de los músculos y articulaciones. Además, es uno de los pocos deportes que puedes realizar independientemente de la edad que tengas. Desde los bebes hasta los más mayores son perfectamente aptos para meterse en la piscina.
Por eso, poco a poco, este "blog" nos va a ir introduciendo paso a paso una línea a seguir que permita al novato conocer mejor esta práctica física y así poder adaptar su entrenamiento personal a sus necesidades, limitaciones, motivaciones, exigencias, etc..